MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA
Daré lectura de El Discurso Maestro de Jesucristo, página 118, comenzando con el primer párrafo:
D.M.J., p. 118 - “‘El camino de los transgresores es duro’, pero las sendas de la sabiduría son "caminos deleitosos, y todas sus veredas paz".* Cada acto de obediencia a Cristo, cada acto de abnegación por él, cada prueba bien soportada, cada victoria lograda sobre la tentación, es un paso adelante en la marcha hacia la gloria de la victoria final. Si aceptamos a Cristo por guía, él nos conducirá en forma segura …
“Puede ser áspero el camino, y la cuesta empinada; tal vez haya trampas a la derecha y a la izquierda; quizá tengamos que sufrir penosos trabajos en nuestro viaje; puede ser que cuando estemos cansados y anhelemos descanso, tengamos, que seguir avanzando; que cuando nos consuma la debilidad, tengamos que luchar; o que cuando estemos desalentados, debamos esperar aún; pero con Cristo como guía, no dejaremos de llegar al fin al anhelado puerto de reposo …”
De acuerdo con esta lectura, debemos orar por sabiduría y determinación para andar por los caminos del Señor. Sólo Sus caminos son deleitosos, y de paz. Cuando tenemos que sacrificarnos nosotros mismos por algo, cuando tenemos que arrostrar dificultades para ganar la victoria sobre la tentación, debemos sentir que son peldaños que nos llevan a la victoria final. Deberíamos entender que vivir la vida del pecado, es vivir sumidos en el pozo donde naturalmente nos encontramos desde que nacimos. Para poder vivir en la alta cima del Monte (el Reino) se debe ascender por el empinado y áspero camino del Monte. Puede parecer duro ascender este camino, pero cuando hayamos dado el último paso, y llegado a la cima, sentiremos un gozo, y un consuelo, confianza y victoria que ninguna lengua puede describir.
MÁS SERÁN LOS HIJOS DE LA MUJER ESTÉRIL QUE LOS DE LA MUJER QUE LLEVABA HIJOS
TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF
MINISTRO DE LOS DAVIDIANOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
EL SÁBADO, 3 DE MAYO DE 1947
CAPILLA DEL MONTE CARMELO
WACO, TEXAS
Antes de comenzar nuestro estudio versículo por versículo de Isaías 54, leeremos versículo uno:
Isaías 54:1 – “Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová”.
Dos mujeres son traídas aquí a la vista; una de ellas es estéril, y la otra no. La mujer estéril es alentada a que prorrumpa en canciones, porque ella tiene promesa de tener mucho más hijos que la mujer que paría hijos ahora. Para saber quienes son estas mujeres, leamos en el capítulo 4 de Gálatas.
“Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa. Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar”. Gálatas 4:22-24.
El Apóstol Pablo nos recuerda que Abraham tuvo dos esposas, y dos hijos. Todos sabemos la historia cuando
Dios llamó a Abraham para que saliera de su país, y luego ir a una tierra desconocida. Dios le prometió darle un hijo; pasaron como unos 25 años y todavía este hijo no aparecía. Sara tenía ya 90 años (Génesis 17:17). Durante estos años en que Abraham y Sara estaban esperando al hijo, Agar vino a ser esposa de Abraham, y por ese medio nació Ismael. Sara pues, es la mujer dejada (hecha a un lado), y Agar es la que tiene marido. De acuerdo con esto, Isaías 54:1, está hablando alegóricamente de estas dos mujeres y sus hijos. El Apóstol explica acerca de esta alegoría:
“Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre”. Gálatas 4:25-26.
Agar simboliza a Jerusalén, la ciudad de los Judíos, los nacidos de la carne, en tanto Sara simboliza a la Jerusalén que ha de venir, la ciudad de los “nacidos otra vez”, los hijos de la promesa.
“Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz; Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto; Porque más son los hijos de las desolada, que de la que tiene marido. Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre”. Gálatas. 4:27-31.
La Inspiración declara que alegóricamente Agar, y su hijo, Ismael, representan la iglesia en el período del Antiguo Testamento, y que Sara y su hijo Isaac, representan a la iglesia en el período del Nuevo Testamento. La membresía de la iglesia del Antiguo Testamento, fue sin duda de la carne, porque estaba formada de todos los que fueron nacidos del tronco de Jacob; pero los miembros de la iglesia del Nuevo Testamento, especialmente los descritos aquí, tienen que ser personas que se han convertido a Cristo por el Espíritu de Verdad. Y así como fue imposible para Isaac el haber nacido por la voluntad de la carne, así también es imposible para estos hijos del Espíritu de Verdad ser nacidos por la voluntad de hombre.
Así que es obvia la razón por la dilación de Dios para cumplir su promesa a Sara; es muy obvio: El estaba a la vez escribiendo ambas; la historia y la profecía con la vida de la familia de Abraham. El ocasionó el nacimiento de Ismael a causa de la tardanza del nacimiento de Isaac. Ismael, por lo tanto, el tipo de los Hebreos, los hijos según la carne, precedían a Isaac, el tipo de los Cristianos, los hijos de la promesa.
Sin embargo, nuestro mayor interés, es saber el tiempo en que Isaías 54 encuentra su pleno cumplimiento y la generación al cual especialmente aplicable esta alegoría profética, a saber si fue escrita especialmente para beneficio de la iglesia primitiva cristiana, para la iglesia de la Edad Media, o para la iglesia en nuestro tiempo. Ya que ninguno de los escritores del Nuevo Testamento comenta con excepción del primer versículo del capítulo 54 de Isaías, es obvio que este capítulo no fue escrito especialmente para el pueblo de aquel tiempo. Más aún, el versículo catorce da prueba del tiempo al cual se aplica esta profecía.
“Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti”. Isaías 54:14.
La promesa a esta última sección de la iglesia cristiana es que estará lejos de opresión, (no será gobernada por otro pueblo); que el temor no se acercará a ella; y que ella no tendrá motivo para temer. En vista del hecho de que la iglesia nunca ha estado libre de éstos, es lógico que ella tiene que realizar todavía sus promesas. Así que a la generación a la cual se aplica este capítulo, y que tiene que recibir estas promesas, no está en el pasado, sino en el futuro. Y el hecho que la Inspiración ahora por primera vez revela estas promesas por mucho tiempo selladas, y ahora las trae a la atención, las hace “alimento a su debido tiempo”, la verdad queda obvia. La iglesia después de este anuncio ha hecho su obra, y pronto ha de entrar en este período glorioso de tiempo. Además, el versículo quince dice:
“Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá”. Isaías 54:15.
Aquí se le advierte, que sus enemigos que se congregarán contra ella, no será por el Señor. Así que ellos no prosperarán, más caerán por su causa. Sus enemigos no tendrán poder para llevar a algunos de sus miembros otra vez en cautividad, en prisión, en llamas de fuego, o en guaridas de bestias. Ella nunca verá otra vez al asirio o a los caldeos prosperar en contra de ella; tampoco tendrá que sufrir nunca más las persecuciones de los Judíos y los romanos. Todo esto está en el pasado, y al ocurrir de nuevo esto, no tendrá efecto sobre ella.
“He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir. Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová”. Isaías 54:16, 17.
Hasta ahora, las herramientas o armas que fueron fabricadas en contra de ella han prosperado, pero la iglesia aquí en profecía ha de ser protegida. Y estando completamente en las manos de Dios, a todo aquel que se levante en juicio contra ella, será condenada por ella en Verdad y justicia. Así nuestra existencia y éxito en la obra de Dios, no es por más tiempo un misterio: Claramente la profecía señala que muchos se levantan contra nosotros, ninguno ha prosperado y ninguno prosperará. Dios que creó al herrero y al destruidor para destruir, es también capaz de crear para paz y seguridad. El Espíritu de Profecía lo recalca de esta manera.
“Cuando los santos salieron de las villas y ciudades, los persiguieron los malvados con intento de matarlos. Pero las espadas levantadas contra el pueblo de Dios se quebraron y cayeron tan inofensivas como briznas de paja. Los ángeles de Dios escudaron a los santos, cuyos clamores, elevados día y noche en súplica de liberación, habían llegado ante el Señor”. Primeros Escritos, página 284.
“… Pero si los suyos permanecen separados y distintos del mundo, como linaje que hace justicia, Dios será su defensa, y no habrá armas forjadas contra ellos que prosperen”. Testimonios para la Iglesia, Volumen 5, página 567.
La lección es clara: La iglesia está saliendo de un período, y entrando a otro, está en el amanecer de un nuevo día. Ahora su gloria ha de manifestarse, su gran obra terminada, y todos sus hijos (una gran multitud) salvada. En lugar de que sus enemigos triunfen sobre ella, ella triunfa sobre ellos.
Ya que la iglesia como un todo, aquí está representada por ambos, madre e hijos, deberíamos saber que parte de la iglesia está representada por la madre, y cual parte por los hijos.
Según el versículo diecisiete, el capítulo concluye que “los siervos del Señor”, aquellos que traen a los conversos, constituyen la madre, y sus conversos, los laicos, constituyen a los hijos.
¿Qué significa el que ella tenga dolores de alumbramiento? Para responder veamos en Gálatas 4:19. “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros …” Acerca de aquellos con quien Pablo estaba trabajando para traerlos al conocimiento del Señor, él dice que estaba de parto por ellos hasta que Cristo fue formado en ellos, hasta que ellos fueron convertidos completamente a El, nacidos de nuevo.
Ahora que entendemos la alegoría de estas dos mujeres y de sus hijos, y también el tiempo para cuando Isaías 54 fue escrito, estudiaremos todo el capítulo brevemente, versículo por versículo, con todos sus detalles, tanto como Dios lo permita.
Isaías 54:2, 3 – “Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas”.
Todos estos términos ensancha, extiende no seas escasa; alarga y fortifica, –significan hacer toda cosa posible para hacer frente a la situación, y arreglar un acomodo para un gran número de convertidos, hacer ahora todo lo posible, para que cuando crezca a la derecha y a la izquierda, cuando la multitud de convertidos comience a venir, no sea llena de confusión, e incapaz de acomodarlos. No chasqueen a la gente. Y además el Señor asegura: “tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas”. La profecía, por lo tanto, nos trae a los días de la restauración de todas las cosas (Mateo 17:11).
Isaías 54:4 – “No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria”.
Si, le es asegurado que no necesita temer más, no necesita estar más en desorden y confusión, porque ella olvidará oprobio y viudez (el abandono de Dios).
Isaías 54:5 – “Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado”.
Nuestros enemigos pueden decir todo lo que quieran, pero Dios mismo testifica que él es nuestro Dios, el Dios que nos creó, el Redentor, el Dios de toda la tierra.
Isaías 54:6, 7 – “Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo. Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias”.
La declaración “porque por un pequeño momento te dejé”, puesta en contraste con la declaración, “más te recogeré con grandes misericordias”, muestra que Dios la dejó cuando fue esparcida entre los Gentiles, y que la recogerá en su regreso a su tierra natal, y habitando las ciudades desoladas.
Isaías 54:8, 9 – “Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor. Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré”.
Aquello por lo que ella ha pasado, no lo pasará más, promesa tan cierta como la promesa a Noé: “Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal del pacto entre Mi, y la tierra”. Génesis 9:13.
Isaías 54:10, 11 – “Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti. Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré”.
¿Qué otra cosa pueden representar sus “piedras”, sino sus miembros (hijos)? Y ¿Qué otra cosa pueden representar sus fundamentos, sino los Apóstoles (fundadores), aquellos quienes el Señor usa para la obra de tal reavivamiento y reforma? Tales fueron los privilegios de los 12 Apóstoles al comienzo de la iglesia cristiana. Reconociendo este glorioso hecho, la Inspiración escribió:
“Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero”. Apocalipsis 21:14.
La declaración “sobre zafiros te fundaré”, denota que ella ahora está siendo fundada, que el Señor está ahora construyendo desde los cimientos.
Isaías 54:12 – “Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas”.
Si el uso literal de las ventanas, es el dar luz y aire; entonces ¿qué otra cosa puede representar este simbolismo sino sus “videntes”, los que traen luz y verdad y luz a la iglesia de Dios? Y si el uso literal de las puertas es impedir que entren los que no son leales, entonces en el reino espiritual, ellas deben simbolizar sus atalayas, el ministerio.
¡Que maravillosa ilustración! ¡Que grupo de gente santificada, vívidamente proyectadas!, Piedras de hermosos colores, fundamentos de zafiros, ventanas de ágata, puertas de carbunclos, y todos sus términos de piedras de buen gusto, ¡cada alma una joya! “Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre”. Isaías 13:12.
“Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha. Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo. Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada”. Isaías 62:1-4.
Así que vemos que el Laodiceanismo pasará para siempre, que Dios tendrá una iglesia sin mancha, ni arruga, o casa semejante. Usted realmente no debería permitirse no estar allá. Deben unirse con los defensores de esta Verdad si ha de llegar a ser parte de este glorioso movimiento.
Isaías 54:13-17 – “Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos. Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti. Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir. Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová”.
Evidentemente somos tardos para convencernos de que el Dios Todopoderoso de Jacob es capaz de protegernos y guardarnos de todo mal, de otro modo, El no estaría tratando repetidas veces de convencernos de su habilidad con explicarnos que así como El ha creado al “herrero”, y al “destruidor”, y los ha puesto a trabajar, así juntamente El es capaz de hacer que sus instrumentos y esfuerzos no tengan ningún efecto. Ven ustedes por todo esto, que la persuasión de Dios es tal que un niño pequeño puede entenderla.
Todas estas promesas, son la heredad de los Siervos de Dios. ¿Cómo podemos permitir que se nos escapen? ¿No son ellas bastante baratas? Desde que la fe es todo lo que cuesta, creamos, y ellas serán nuestras para siempre.
Nosotros hemos aprendido, que las dos esposas de Abraham, y los dos hijos, son una predicción alegórica de las iglesias del Antiguo, y Nuevo Testamentos; que la venida de Ismael prefiguró al Israel carnal, y que la llegada de Isaac prefiguró a Israel espiritual, los Cristianos; que Ismael persiguiendo a Isaac, fue una predicción de los Judíos persiguiendo a los Cristianos; que el acto de Abraham desheredando y enviando a Agar con su hijo fuera de la casa, prefigura el acto de Dios de hacer a un lado y desheredar al Israel carnal; que solamente los que son “nacidos otra vez”, nacidos del Espíritu, heredarán el Reino; que Isaac, quien vino a este mundo solamente por el poder de Dios, prefiguró la iglesia Cristiana, pero especialmente el Reino inminente en la cual no ha de haber ningunos Ismaelitas – ninguna persona traída por la voluntad de la carne – ninguna “cizaña”, no “mal pescado”, no “cabras”, – sólo santos, sólo “los que han de ser salvos”. Y nadie puede ser entre “los que han de ser salvos”, si no cree lo que la Palabra dice, si no toma su posición en el lado de la verdad. Sólo los que tienen hambre de Verdad y justicia serán saciados y serán sus joyas preciosas, idóneos para ser parte del edificio del Señor. “Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve”. Malaquías 3:17, 18. Es una cosa terrible no creer la Palabra de Dios, o ser indiferente, indeciso, e inactivo.