MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA.
Daré lectura en la página 105 del libro El Discurso Maestro de Jesucristo. Ahora principiamos un nuevo capítulo titulado, "La Crítica y la Regla de Oro”. Está basada en la escritura que dice, "No juzguéis para que no seáis juzgados”.
D.M.J., pp. 105-106 - “El esfuerzo para ganar la salvación por medio de las obras propias induce inevitablemente a los hombres a amontonar las exigencias humanas como barrera contra el pecado. Al ver que no observan la ley, idean normas y reglamentos propios para compelerse a obedecerla. Todo esto desvía la mente desde Dios hacia el yo. El amor a Dios se extingue en el corazón; con él desaparece también el amor hacia el prójimo … El ambiente de críticas egoístas y estrechas ahoga las emociones nobles y generosas, y hace de los hombres espías despreciables y jueces ególatras.
‘No juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones’. No podemos leer el corazón. Por ser imperfectos, no somos competentes para juzgar a otros. A causa de sus limitaciones, el hombre sólo puede juzgar por las apariencias. Únicamente a Dios, quien conoce los motivos secretos de los actos y trata a cada uno con amor y compasión, le corresponde decidir el caso de cada alma”.
¡Que lección maravilla contiene esta escritura para todos los Cristianos, especialmente para nosotros! Oremos ahora porque el Señor nos dé su ayuda para no juzgar a otros; no buscar defectos y hacer montañas de pequeñas colinas; para no criticarlos; para no imponernos como un ejemplo en nuestro criterio personal. Oremos para que podamos comprender que Dios nos ha llamado para enseñar la Verdad, y no para obligar a la gente a Ella. No, no más que expulsarlos fuera de ella. Dios nos ha comisionado a cada uno sólo a ser atalaya para sus propios hechos. Si hacemos esto tendremos muy ocupados nuestras manos. Los únicos atalayas sobre su pueblo que Dios ha empleado son Sus Profetas, bajo Su propia supervisión.
LOS JUDÍOS ODIADOS DE HOY NO SON
LOS JUDÍOS ADMIRADOS DE MAÑANA
TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF
MINISTRO DE LOS DAVIDIANOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
EL SÁBADO, 4 DE ENERO DE 1947
CAPILLA DEL MONTE CARMELO
WACO, TEXAS
Estudiemos hoy el capítulo 2 de Sofonías, comenzando con el versículo uno.
Sofonías 2:1, 2 - “Congregaos y meditad, oh nación sin pudor, antes que tenga efecto el decreto, y el día se pase como el tamo; antes que venga sobre vosotros el furor de la ira de Jehová, antes que el día de la ira de Jehová venga sobre vosotros”.
De todos los versículos de este capítulo, estos dos son los más difíciles de aplicar. Hace algunos años oí a un predicador dar una exposición de los primeros tres versículos, aislándolos del resto del capítulo y conectándolos con otros pasajes de las Escrituras. El hizo un excelente discurso, en él trató de mostrar que la "nación" mencionada en el versículo 1 es la iglesia de Dios y que "el decreto" es aquel de la bestia de dos cuernos de Apocalipsis 13:15-17. El estudio fue muy bien presentado y los pensamientos expuestos fueron bastantes plausibles, pero como sabemos ahora que las Escrituras no pueden ser bien comprendidas cuando son aisladas de su continuidad, necesitamos nosotros estudiar primero estos versículos en conexión con el mismo capítulo. Notemos que la nación en cuestión tiene que congregarse; que ella no es deseada; que la ira del Señor ha de caer sobre ella; y ha de congregarse antes del decreto, y antes que la ira de Jehová caiga sobre ella.
¿Qué es lo que hace a esta nación congregarse? — Ciertamente que no es el decreto, ni la ira del Señor, porque éstos tienen que venir sobre ella, después que se haya congregado. El “decreto” ciertamente no puede ser el de la bestia, pues ni hay un pensamiento en esta escritura que lo indique, pero ciertamente señala que se trata del decreto del Señor - la ira feroz del Señor en el día que pasa como tamo.
Según el versículo que sigue el congregarse de esta nación, no deseada, es una señal para el pueblo de Dios, nos urge seguir buscando al Señor, aún mucho más.
Sofonías 2:3 - “Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo de Jehová”.
Cuando esta nación destinada a juicio comience a reunirse, es entonces, si nunca antes que los mansos de la tierra necesitan buscar la mansedumbre.
Los mansos de la tierra son los que han ejecutado los juicios del Señor, quienes han proclamado el mensaje del día grande y terrible de Jehová. Ellos son su pueblo, su iglesia. La nación que no es deseada, por lo tanto, es un pueblo y los mansos de la tierra, la iglesia, los que son escondidos en el día de la ira del Señor, es otro pueblo. El uno está congregándose, el otro está buscando mansedumbre. Entonces, definitivamente, la "nación" de los versículos 1 y 2 no es Su Iglesia, pero el pueblo del versículo tres es Su pueblo, Su iglesia.
Leamos ahora los versículos 1 y 2 en conexión con los versículos 4 y 5, omitiendo el versículo 3, el versículo que hace referencia a la Iglesia.
Sofonías 2:1, 2, 4, 5 - “Congregaos y meditad, oh nación sin pudor, antes que tenga efecto el decreto, y el día se pase como el tamo; antes que venga sobre vosotros el furor de la ira de Jehová, antes que el día de la ira de Jehová venga sobre vosotros....Porque Gaza será desamparada, y Ascalón asolad; saquearán a Asdod en pleno día, y Ecrón será desarraigada. ¡Ay de los que moran en la costa del mar, el pueblo de los cereteos! La palabra de Jehová es contra vosotros, oh Canaán, tierra de filisteos, y te haré destruir hasta no dejar morador”.
El versículo cuarto definitivamente implica que la "nación" ha de congregarse en las ciudades de Gaza, de Ascalón, Asdod y Ecrón, en la tierra de los filisteos, en la tierra de Canaán - en Palestina.
En vista del hecho de que estas Escrituras están ahora revelándose, y también del hecho de que hay solamente un pueblo, una nación (los descendientes de los antiguos escribas, sacerdotes, y Fariseos que rechazaron al Señor y quienes hasta hoy día no le han aceptado que no es amable en ninguna parte en el mundo) y que ahora está haciendo lo posible para congregarse en la Palestina - en vista de todo esto, los judíos de hoy día son aquella nación no deseada; sobre ella, por lo tanto, la ira del Señor ha de caer si sigue negando a Cristo. Sí, los universalmente aborrecidos Judíos es la única nación que han sido esparcidos por todo el mundo gentil y es la única nación que hoy se está congregando en la Palestina.
Además en estos dos versículos se destacan claramente dos verdades: (1) Que los Judíos están tratando en vano de establecerse así mismos en la tierra prometida; (2) que nosotros los que estamos dando el mensaje del día de Jehová grande y terrible somos advertidos de buscar mansedumbre y justicia, porque solamente así "seremos guardados en el día del enojo de Jehová”. Es decir, solamente tener conocimiento del mensaje no nos salvará, deben haber hechos correspondientes.
Conectemos ahora el versículo 3 con los versículos 6, y 7, los versículos que son aplicables al pueblo de Dios, los mansos.
Sofonías 2:3, 6, 7 - “Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo de Jehová....Y será la costa del mar praderas para de pastores, y corrales de ovejas. Será aquel lugar para el remanente de la casa de Judá; allí apacentarán; en las casas de Ascalón dormirán de noche; porque Jehová su Dios los visitará, y levantará su cautiverio”.
Ahora, el hecho de que el Señor destruirá todos los habitantes de la tierra de los filisteos (versículo 5), y al mismo tiempo hacer de ella “praderas para pastores, y corrales de ovejas”, muestra que El primero ha de sacar de la tierra a todos los impíos, a todos aquellos que no están buscando mansedumbre, y luego El ha de establecer en ella la "casa de Judá”.
Sofonías 2:8 - “Yo he oído las afrentas de Moab, y los denuestos de los hijos de Amón con que deshonraron a mi pueblo, y se engrandecieron sobre su territorio”.
No solamente los Judíos incrédulos, sino que también los Árabes incrédulos quienes resisten la mansedumbre serán desarraigados de la tierra.
Sofonías 2:9 - “Por tanto, vivo yo, dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que Moab será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra; campo de ortigas, y mina de sal, y asolamiento perpetuo. El remanente de mi pueblo los saqueará, y el remanente de mi pueblo los heredará”.
Mientras que Moab y Amón llegan a ser como Sodoma y Gomorra, dejan de existir, la cautividad del pueblo de Dios terminará. Ellos serán una nación independiente, y poseerán todas las riquezas de los pueblos de alrededor.
Sofonías 2:10, 11 - “Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron, y se engrandecieron contra el pueblo de Jehová de los ejércitos. Terrible será Jehová contra ellos, porque destruirá a todos los dioses de la tierra; y desde sus lugares se inclinarán a él, todas las tierra de las naciones”.
Sofonías 2:12, 13 - “Vosotros también los de Etiopía seréis muertos con mi espada. Y extenderá su mano sobre el norte, y destruirá a Asiria y convertirá a Nínive en asolamiento, y en secadal como un desierto”.
Sofonías 2:14 - “Rebaños de ganado harán en ella majada [en Nínive], todas las bestias del campo; el pelícano también y el erizo dormirá en sus dinteles; su voz cantará en las ventanas; habrá desolación en las puertas, porque su enmaderamiento de cedro será descubierto”.
¿Quién desea ignorar la verdad que estas condiciones son definitivamente premilenarias? Además, estas profecías muestran que el restablecimiento del reino antiguo de Judá tiene que ser una cosa real, no algo que es imaginario. Sus súbditos han de ser personas genuinas y no fantasmas. Ahora podemos comprender que la expresión común "ir al cielo" significa ir primero a la tierra prometida allá para ser hechos idóneos para la sociedad de los puros y eternos.
Sofonías 2:15 - “Esta es la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo, y no más. ¡Como fue asolada, hecha guarida de fieras! Cualquiera que pasare junto a ella, se burlará y sacudirá su mano”.
La ciudad capital de Asiria (el poder que rige en la tierra) ha de ser una desolación. Evidentemente esta Nínive es antitipo de la Nínive antigua, como es la Babilonia del Apocalipsis el antitipo de la antigua Babilonia.
El resumen de este capítulo es como sigue: Los Judíos odiados de hoy no son los Judíos admirados de mañana. Los medios que los Judíos ahora persiguen para ser admitidos en Palestina no son los medios que los establecerán allí en forma permanente, aún cuando tengan éxito en llegar a ese lugar. Los únicos Judíos y Árabes que permanecerán en la tierra serán aquellos que busquen al Señor, el Dios de Moisés.
Y el único pueblo que ira allá es el pueblo que permanecerá allá. La tierra está reservada para el Reino de Judá antitípica. La nación o el reino que no te sirviere "perecerá; y del todo será asolado”. Isaías 60:12.
Desde que definitiva y directamente estamos aconsejados
Desde que definitiva y directamente estamos aconsejados a que busquemos mansedumbre y justicia, nosotros no nos atrevemos a descuidar nuestra gran oportunidad. Más aún, no somos dejados para hacer conjeturas acerca de lo que se requiere de nosotros a fin de prepararnos para el día grande y terrible del Señor. Pero recordaos que si inventamos barreras nuestras, reglamentos que nos forzarían a obedecer, no serían nada menos que nuestras propias justicias. No debemos ser como los Fariseos de lo antiguo; no debemos juzgar a otros aplicándoles nuestras propias y humanas normas, prescritas por nosotros mismos. No debemos escalar el asiento del juicio o infringir sobre la consciencia ajena, ni juzgar a otro en asuntos que tocan entre el alma y Dios. Todo lo que se exige de nosotros es enseñar y practicar la Verdad para hoy, permitir que la gente decida en sus propias mentes en favor o en contra de ella. No hemos de forzarlos en nada.
Recordemos que Jesús dijo justamente concerniente a este asunto y práctica: "No juzguéis, para que no seáis juzgados”. (Mateo 7:1). No tenemos derecho para imponer nuestras opiniones, ni nuestra manera de ver las cosas sobre ningún otro. El que las otras personas no alcancen nuestras normas o nuestros ideales, no es ninguna razón para que las condenemos con el fin de ayudarlas. Lejos de esto. "Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, El cual también aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los intentos de los corazones: y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza”. 1 Corintios 4:5.
“…Sus vidas magnificarían el poder del Salvador, quien podía justificarlos por su justicia.
“Pero gradualmente sobrevino un cambio. Los creyentes comenzaron a buscar defectos en los demás. Espaciándose en las equivocaciones, y dando lugar a una crítica dura, perdieron de vista al Salvador y su amor. Llegaron a ser más estrictos en relación con las ceremonias exteriores, más exactos en la teoría que en la práctica de la fe. En su celo por condenar a otros, pasaban por alto sus propios errores. Perdieron el amor fraternal que Cristo les había encomendado, y lo más triste de todo, era que no se daban cuenta de su pérdida. No comprendían que la alegría y el regocijo se retiraban de sus vidas, y que, habiendo excluido el amor de Dios de sus corazones, pronto caminarían en tinieblas …
“…El mayor peligro de la iglesia de Cristo no es la oposición del mundo. Es el mal acariciado en los corazones de los creyentes lo que produce el más grave desastre, y lo que, seguramente, más retardará el progreso de la causa de Dios. No hay forma más segura para destruir la espiritualidad que abrigar envidia, sospecha, crítica o malicia.”. “Los Hechos de los Apóstoles”, páginas 437, 438.
Aparte de Ezequiel (el portavoz de Dios), Dios no delega a nadie a ser atalaya de su pueblo:
"Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel. Oirás, pues, tú la palabra de mi boca y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad; pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad ni de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá; porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá. Y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma”. Ezequiel 3:17-21. En breve, no hemos de codiciar el trono “sobre el monte … En los lados del norte”. Isaías 14:13.
Y recordemos siempre que si la Verdad Misma no puede persuadir al pecador a arrepentirse, la fuerza y el esfuerzo humano hará menos bien y hará mucho daño. Nuestro tiempo es demasiado corto y nuestra obra demasiada grande para empeñarnos en asuntos que son ajenos a nuestro deber. No tenemos recursos para gastar nuestra energía espaciándonos sobre los defectos de otros. Alistémonos para el reino, pues hay una iglesia y un mundo que salvar, y Dios está ansioso de que nos empeñemos rápidamente de si seremos contados entre los judíos admirados de mañana y vivir en paz perfecta bajo una eterna seguridad.