¿Por qué no se avanza más?

Muchos se preguntan, si la Vara del Pastor es un mensaje de Dios, ¿por qué no está progresando mejor? Es cierto que el movimiento de la Vara ha sido perseguido por decepciones, fanatismo, cismas y traiciones. Hablando específicamente a los creyentes de la Vara, Victor Houteff…

"Hoy, como en los días de Moisés, muchos están duplicando los pecados de ese pueblo. Otros intentan constantemente promoverse a sí mismo mediante la continua búsqueda de culpables contra los que llevan toda la carga. Así es que debe haber entre nosotros hoy-antitípicos escépticos, quejosos, buscadores de cargos y buscadores de faltas, admitiendo una gran verdad un día y olvidándola al día siguiente-pero esperando ser sellados con el sello de Dios y estar con el Cordero en el Monte Sión."

"Aunque a veces nos sentimos muy decepcionados al ver entre nosotros a la multitud infiel, dudosa, buscadora de faltas, que se exalta a sí misma, incluyendo a los que han abandonado al Señor; y a los que cuando se les pone a prueba por su fe incluso maldicen y juran que no son seguidores del mensaje de La Vara del Pastor: junto con aquellos que aparentemente creen y que declaran que defienden firmemente el mensaje, pero que nos lanzan piedras a nosotros y a nuestro trabajo;----aunque ciertamente no estamos agradecidos por el elemento, sin embargo no nos desanima en absoluto, sino que más bien nos alegra permanecer solos por la verdad y la justicia cuando la mayoría nos abandona. "

Hay, y ha habido, muchos creyentes de la Vara sinceros, serios y equilibrados que podrían considerarse cristianos ejemplares. No obstante, los problemas descritos anteriormente son muy desafortunados y ciertamente no hablan bien de un mensaje que proclama luz adicional y estándares más altos. Sin embargo, el hecho de que haya división dentro de las filas del movimiento, no anula la veracidad del mensaje ni su eventual éxito. Este mismo hecho ha sido ilustrado constantemente a lo largo de las páginas de la historia. Consideremos, por ejemplo, que Noé predicó durante ciento veinte años antes de que llegara el diluvio. El movimiento del Éxodo y sus muchos años de fracasos: cuarenta años en el desierto cuando se podría haber tardado sólo semanas en entrar en la tierra prometida. Luego tenemos los cientos de años de Israel pecando y arrepintiéndose y matando a cientos de fieles profetas de Dios. David y su banda escondiéndose de Saúl parecían condenados durante los años de lucha por alcanzar el trono del reino. Lo mismo puede decirse de nuestro Señor y sus discípulos. Había doce discípulos principales procedentes de los rangos más bajos de la sociedad. Luchaban constantemente entre ellos por la posición más alta. Uno de ellos acabó traicionando a su maestro en manos de sus más acérrimos enemigos. Luego, cuando el maestro fue arrestado, todos lo abandonaron y uno maldijo y juró que no lo conocía.

Estos y otros ejemplos, muestran claramente que la mayoría de los movimientos ordenados por Dios enfrentaron reveses, decepciones y fracasos. Por supuesto, estos movimientos finalmente prevalecieron. Tenían que hacerlo. La verdad estaba de su lado. Por lo tanto, la verdad es el único pronosticador seguro del éxito o fracaso final de un movimiento. El hecho de que los esfuerzos de la Vara parezcan, pequeños, insignificantes, ineficaces e imposibles de llevar adelante, no es prueba de que su mensaje sea falso y sus esfuerzos condenados al fracaso. Tampoco es único. Después de todo, incluso nuestra propia denominación, que todos consideramos ordenada por Dios, ha tenido divisiones. La Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene cientos de facciones. Puede ser menos obvio porque la denominación es más grande y más centralizada. El cristianismo en su conjunto, con sus más de trescientas denominaciones diferentes, tiene numerosas luchas, desafíos, divisiones, y ha fracasado miserablemente en estar a la altura de su llamado. ¿Debería un no creyente rechazar el evangelio debido a los fallos del cristianismo? La verdad es la verdad, y esa es la seguridad del éxito.

Se predijo el hecho de que el mensaje de la Vara haya tenido oposición y luchas internas, no es del todo una mala señal. Considera esto, el hecho de que el Enemigo de las almas se esfuerce tanto por destruir lo que es un movimiento aparentemente insignificante, parecería hablar en voz alta de que debe haber algo en él. Esto en sí mismo no es la única evidencia, pero seguramente Satanás no pondría tanto esfuerzo en aplastar algo que no es una amenaza para su causa.

También parece que Dios previó las luchas externas e internas que el movimiento encontraría. Años antes de su muerte, Houteff advirtió de los obstáculos que les esperaban a los creyentes de la Vara.

"Todo lo que se pueda hacer contra el mensaje de Dios de hoy se hará", escribió en uno de sus últimos tratados, "con una venganza aún mayor que la que se manifestó contra el mensaje del Cielo en los días del primer advenimiento de Cristo, porque el Diablo sabe que si pierde ahora, pierde para siempre, que no va a tener otra oportunidad. Por lo tanto, es urgente que cada miembro de la iglesia de la undécima hora [creyente de la vara] se prepare rápida y sólidamente contra el esfuerzo del Enemigo para dar un golpe de gracia. Debemos estar alertas, también, para darnos cuenta de que el golpe vendrá de enemigos sorprendentemente insospechados: de amigos profesos del evangelio [creyentes de la Vara], que no son menos piadosos que los sacerdotes en los días de Cristo. . . El Enemigo intentará todo lo imaginable para confundir, enturbiar y encubrir la Verdad, especialmente en el tema de los 144.000." [Corchetes añadidos]

Ya en 1946 habló de los problemas que vendrían:

"Descubriréis que el Diablo luchará por la vida e impugnará violentamente este mensaje de juicio, y tratará de convencer a todos de que estas profecías no se cumplirán. El verdadero pueblo de Dios, sin embargo, verá la importancia de su cumplimiento en este tiempo especial, y aceptará de buen grado lo que dice la Palabra de Dios."

En el último volumen de la serie Llamadas Oportunas, escribió estas escalofriantes observaciones finales:

"Los que buscan milagros y los cazadores de milagros, fanáticos todos, ténganlo en cuenta, pueden volverse peligrosamente perversos, dispuestos a sabotear todo lo que no esté de acuerdo con su pensamiento. Las lenguas sueltas y traqueteantes sacudirán la fe de todos nosotros. Se descubrirá que habrá miles de voces, algunas de creyentes profesos, y otras de los que luchan contra la fe de los santos, una voz condenando una cosa, y otra condenando otra cosa, y lo que uno condena, otro lo aprueba. Pero cuando se los sostiene cerca de la luz de la palabra de Dios, se verá que todas sus filosofías y murmuraciones discordantes, sus planes hechos por el hombre y sus ideas carnales, no son más que un tumulto de envidia, celos, orgullo, opinión propia, odio, malicia, política, codicia, prejuicio y cualquier otro egoísmo. Estos desafortunados, que se envían a sí mismos, estando todavía en la oscuridad espiritual, sin duda se imaginan que están trabajando para Dios con celo y energía. Pero un día descubrirán horrorosamente que han estado trabajando contra el Señor, como Saulo de Tarso descubrió sobre sí mismo. Que las oraciones de los santos los despierten y los pongan a trabajar para el Señor, como las oraciones de Esteban hicieron que Saulo se convirtiera en el gran apóstol Pablo, tanto para los judíos como para los gentiles. Y que el que tenga oído, oiga lo que el Espíritu dice, y retenga lo que tiene, no sea que el enemigo se lo arrebate con engaño.