CARTA N° 5 DE JEZREEL

 Queridos Ancianos y Laicos:

 La carga de esta carta es especialmente para ustedes Ancianos quienes parecen pensar que ustedes y el librito titulado “Una Respuesta a La Vara del Pastor” han refutado las doctrinas que son enseñadas en las publicaciones de “La Vara del Pastor”. Ustedes sin duda son engañados por los así llamados folletos de grandes hombres, supuestamente “hombres de experiencia”. Tendríamos que conocer que ellos no han refutado ninguna cosa y aquí siguen los claros hechos sencillos.

Desde que todos los Hermanos se han encargado de contradecir las doctrinas de la “Vara” concerniente a la cosecha y los 144.000, trataremos estrictamente ahora con estos dos temas. En “Una respuesta a la Vara del Pastor”, página 16, citamos lo siguiente de “Palabras de Vida del Gran Maestro”:

"El trigo y la cizaña crecen juntamente hasta el tiempo de la cosecha, el fin del mundo". – "Palabras de Vida del Gran Maestro", página 53.

Por estas citas los Ancianos tratan de hacernos creer que la cosecha ocurre después del cierre de gracia. Pero ellos ciertamente deben conocer que el “tiempo de gracia” no termina después del cierre de gracia, sino antes; y que de este modo citan la posición de la cosecha antes del cierre de gracia, que el “fin del tiempo de gracia” causa el cierre de gracia. Desde que ustedes Ancianos están muy bien versados en la lengua Inglesa, estamos obligados en decir que ustedes tratan de hacer creer por ustedes mismos que el texto dice lo que no quieren decir, no puede ser atribuido por ignorancia o deliberadamente pasándose por alto intentando falsamente refutar la “Vara” y así engañar a los laicos de este mensaje especial para este tiempo presente. Si “hombres de experiencia” pero ¿de qué clase?

Uno puede recorrer a través de todo el folleto y encontrar cada cita torcida y pervertida. Si no pudieron haber visto correctamente lo que “Palabras de Vida del Gran Maestro” que, ellos ciertamente no han fallado en ver que su error es corregido por la siguiente declaración inspirada:

 "Vi luego el tercer ángel. Dijo mi ángel acompañante: 'Su obra es terrible. Su misión es tremenda. Es el ángel que ha de separar el trigo de la cizaña, y sellar o atar el trigo para el granero celestial. Estas cosas debieran absorber completamente la mente y la atención'" – "Primeros Escritos", página 118.

 Esta cita, también, Hermano, Hermana, no necesita interpretación, sencillamente se dice también que la cosecha precede al cierre de gracia, que el Mensaje del Tercer Angel son ambos para sellar y “recoger el trigo de la cizaña”. Cada Adventista del Séptimo Día conoce que esta obra del Angel es de prueba (durante el tiempo de salvación). Observe usted aquí que la limpieza del Santuario (Daniel 8:14) es el Juicio para los Vivos, “la purificación de la Iglesia” (Testimonios para la Iglesia, Volumen 5, página 75), que es cumplido por la destrucción de las “cizañas” y separa al “trigo”. Luego el Fuerte Pregón comienza con un ministerio puro imbuido con el Espíritu de Dios. Esto es lo que sencillamente se ve desde los siguientes extractos:

 “Solo aquellos que hayan resistido y vencido la tentación en la fuerza del Todopoderoso se les permitirá tomar parte en la proclamación de este mensaje [El Mensaje del Tercer Ángel] cuando este se intensifique hasta convertirse en un Fuerte Pregón".– "Review and Herald", Noviembre 19, 1908.

 "Revestida de la armadura de la justicia de Cristo, la iglesia entrará en su conflicto final. 'Hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos en orden', ha de salir a todo el mundo, vencedora y para vencer". – "Profetas y Reyes", página 535.

No puede haber un lenguaje más preciso utilizado para declarar que el Fuerte Pregón es proclamado por un ministerio puro y que después de esto la separación o purificación (“Testimonios para la Iglesia”, Volumen 5, páginas 75, 77) tome lugar, luego es que la obra es terminada en todo el mundo, que luego los verdaderos santos son llamados a salir de Babilonia a un lugar exento de pecado – a la iglesia purificada, el arca de hoy, el único lugar donde las plagas no caerán.

 Nuestra devota esperanza, Hermanos,  es que ustedes se sentarán para negociar y estudiar la Verdad adicional (“Primeros Escritos”, página 277) para que así ustedes no lleven de la mano amargamente el clamor: “Pasó la siega, terminó el verano y nosotros no hemos sido salvos”. Jeremías 8:20. La cosecha que ustedes ven aquí, toma lugar durante el tiempo de salvación.

 Hermanos, no pase por alto esta importante Verdad. Definitivamente tome su posición y completamente denuncie sus enemigos. Si ustedes escapan al rápido castigo que se acerca el “juicio en la Casa de Dios” (1ª Pedro 4:17). La situación demanda acción al final que un reavivamiento y una reforma sean producidos inmediatamente, no sea que todos nosotros perezcamos en nuestra propia decepción Laodicense ("Testimonios para la iglesia", Volumen 9, páginas 102-103).

 Por torcer la revelación Divina como estas líneas lo señalan, ustedes Ancianos puede persuadir a un lector superficial que ustedes han refutado la Vara de Dios, pero hasta ahora sabemos que no han cambiado o cualquier pensante Davidiano o cualquier pensador Adventista del Séptimo Día. Cualquiera con raciocinio puede a través de todo el libro “Una respuesta a La Vara del Pastor” y hallar que una respuesta es todo lo que hay. Ahora sencillamente se ha visto que no es el Hermano Houteff, sino  ustedes Ancianos son los que malinterpretan las Palabra de Dios y engañan al laicato.

 Tomemos la teoría de la teología de la Denominación sobre el tema de los 144.000. Ustedes Ancianos orgullosamente

sostienen que la Denominación llega ahora cerca de un millón de miembros y que ella ha establecido la meta de doblar la membresía. Por un lado se jacta sobre su rápido crecimiento y por el otro lado ustedes tratan de refutar “La Vara del Pastor” enseñando que la gran multitud de Apocalipsis 7:9 son los segundos frutos de la cosecha. Por estar manteniendo positivamente que los santos vivientes van a ser sólo poco en número y que su jactancia sobre el rápido crecimiento de la Denominación y por sus múltiplos miles de cientos ya están en la iglesia, de ese modo ustedes están creando una paradoja por ustedes mismos y para todos sus simpatizantes. Además de esto usted admite que la gran parte de la obra todavía está hecha, que hay millones de millones aún en los Estados Unidos que no han oído todavía el nombre Adventista del Séptimo Día, sin mencionar siquiera “El Evangelio Eterno”. Por esta razón es sencillo hermano que al presente crecimiento, cuando la obra culmine y Jesús venga para tomar su iglesia a la tierra gloriosa, la Denominación para entonces tendrá un desarrollo de varios millones.

 No obstante este antecedente que ustedes Ancianos han construido por ustedes mismos, aún contrario a todo esto, ustedes enseñan que cuando Jesús venga habrá sólo 144.000 santos vivientes, no más! ¿No están ustedes confundidos y confundiendo?. Si ustedes creen realmente su teoría de los 144.000 entonces estarán ustedes en el Espíritu de Cristo y al menos por causa de su propia alma, tome papel y lápiz y de acuerdo con la cifra el porcentaje de los santos y el porcentaje de los impíos, o cizaña, ¿qué ahora constituye la membresía de nuestras iglesias? Desde que la membresía estuvo lista, el número no es menos de 800.000, y si sólo 144.000 santos en la iglesia, entonces de acuerdo con esta razón una congregación de 100 miembros consistiría alrededor de 18 santos y 82 impíos! Y desde que los oficiales quienes dirigen las iglesias son electos por voto mayoritario, ¿observa usted quién los elige a ellos, quién está en la oficina y quién está al control de las iglesias? ¿Se maravilla usted porque las cosas están como están?

Si es verdad que habrá solamente 144.000 santos vivientes cuando Jesús venga, y que si duplicamos la membresía para finales de 1953 ó 1954, como parece ser el objetivo, entonces con esa tasa en 1955 habrá 9 santos y 91 impíos por cada 100 miembros. De acuerdo a esto si doblamos la membresía varias veces antes que Jesús venga a recibir a su iglesia, ¡entonces no habrá siquiera un santo por cada 100 miembros¡ Si esto es así, entonces pregúntese ¿de quién es la iglesia?, ¿del Diablo? o ¿del Señor? y ¿dónde buscará El a su iglesia cuando venga?

 Estos tristes hechos permanecen tan altos como montañas contra su interpretación privada, Ancianos y como sorprenden a sus rebaños. Si ustedes además continúan diciendo que ustedes no están dormidos, que sus interpretaciones de la Palabra es incuestionable, que usted tiene toda la Verdad para llevarlos a través de las Puertas de Perlas, que no tenemos necesidad de nada más, que entonces no hay esperanza, se han separado demasiado.

 No obstante ahora, personalmente sabemos, que hay muchos quienes no están tan mal engañados tontamente, que no han doblado sus rodillas ante Baal, que no han permitido que se encierren en corrales, por así decirlo, como oveja y cabra, por impostores y así llamado “hombres de experiencia” que controlan y alimentan al rebaño de Dios con el prado más bajo de cáscaras como estas líneas las revelan.

 Su jactancia sobre los numerosos convertidos a la Denominación del mundo, ahora les resta a ustedes honestamente responder las preguntas que aquí siguen: ¿por qué ustedes Ancianos están trayendo jubilosamente las multitudes a la iglesia, si positivamente saben que sólo 144.000 fuera de una vasta multitud de miembros de la iglesia son dignos de salvación? ¿por qué le están dando a ellos esperanza de estar en el Reino si positivamente saben que no pueden ser salvos?, ¿no es tal ruina directa de engaño  y la más grande tarea de infiltrar la iglesia con cizaña que alguna vez hayamos escuchado, y no es esto una inmoralidad espiritual de la

peor clase para llenar a la iglesia de Dios con impíos? En la siguiente cita la Inspiración además magnifica esta Verdad:

 "Vi focos de luz que brillaban desde las ciudades y los pueblos, en las montañas y los llanos. La Palabra de Dios era obedecida y como resultado en cada ciudad y cada pueblo se levantaban monumentos a su gloria. Su verdad era proclamada en todo el mundo". – "Testimonios para la iglesia", Volumen 9, página 24.

 Focos de luz desde las ciudades y los pueblos desde altos y bajos lugares de la tierra, y “monumentos” en cada ciudad y pueblo, representa una gran multitud, no meramente 144.000, igual si no hubo más que un foco o un monumento en cada ciudad y pueblo, el número de ellos sería muchos, muchas veces más que  144.000.

 ¡Para ocultar el profundo sueño que es reflejado por las cifras mencionadas, un ministro explicó: “Cuando la obra termine”, él dijo, “habría en la iglesia mucho más de millares que 144.000 santos vivientes, pero que en vez de ser trasladados, el gran número de ellos tendrán que morir bajo las plagas o de epidemias antes que Jesús venga, porque no podrían ser suficientes buenos para la traslación, sin embargo suficientemente perfectos para la resurrección!

 ¡Que ojos de los laicos estarán abiertos a estas falsas doctrinas! Y que ahora el poder persuasivo es para ustedes Ancianos para admitir que la carga de Cristo es que ustedes al “ángel de la iglesia de los Laodicenses, es "desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo". Apocalipsis 3:17. Si el Espíritu de Verdad no puede convencerle ahora, entonces El nunca lo hará. No obstante, la sabiduría clama que ustedes tienen que confesar ahora a los laicos que ustedes son culpables de pasar la mentira y tomes de corazón el consejo del Señor:

 "Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego [Verdad inspirada], para que seas rico,

y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio [como es ésta], para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete". Apocalipsis 3:18-19.

 Su desnudez como ven, ya está comenzando a ser descubierta. Por su causa estas cosas han estado fuera del ojo público, pero desde que ustedes han despreciado completamente cada súplica enviada del cielo por veinte largos años, están madurando una cosecha. Y si ustedes no responden ahora a esta revelación final contra las abominaciones que están en su medio y a ésta súplica para una reforma, entonces cada uno conocerá sus hechos. Los Ancianos están tratando de hacer algo intencional para engañar “a los escogidos” los 144.000, quienes de acuerdo a la profecía ya están en la iglesia.

 Si en cualquier tiempo usted intenta hacer algo diferente de lo que está haciendo ahora, es mejor que lo haga en este momento. Ahora es el tiempo de tomar a corazón lo que el Espíritu de Profecía advirtió hace años. No deje de leer "Testimonios para la iglesia", Volumen 5, página 75; lea "Testimonios para la iglesia", Volumen 3, página 279.

 No es ofensivo para ustedes Ancianos, que con una parte de sus bocas enseñan estas herejías y con la otra parte, sus bocas gritan a sus rebaños de tener cuidado con “La Vara del Pastor”, que éste enseña error! ¡Que paradoja es esta!

 ¡Lo que es realmente sorprendente, sin embargo, es que hay muy pocos entre los laicos, quienes sin preguntar y con sus ojos cerrados, como pájaros en un nido, se tragan cualquier cosa que sus confundidos Ancianos les dan. Estos son los únicos quienes animan a los Ancianos para hacer lo que ahora ellos están haciendo. Los tales son demasiados flojos par pensar y además soñolientos para abrir sus ojos y estudiar por ellos mismos. Esperan que los ministros los lleven en sus brazos directo al Cielo! Ellos han olvidado que cada uno debe llegar allí por sus propios pies.

Su forma privada (no inspirada) como interpretan las Escrituras, tal como ustedes Ancianos enseñan con relación a los 144.000, es en verdad increíble. Ellos no son del todo tontos, bien que muchos de ellos ya están descubriendo que son agentes perpetradores con credos de actividades no Adventistas. El verdadero pueblo de Dios conoce que aunque Jesús por el nombre de Miguel, viene en el tiempo de angustia cual nunca fue, aún así, él liberará a cada uno cuyos nombres estén escrito en el libro, y que todo el pueblo de Dios que esté en aquél tiempo en Babilonia, el mundo, y de esta manera estar sujeto a las plagas, serán todos llamados a salir (Apocalipsis 18:4), y como ellos salen de ella y van a la iglesia purificada de Dios escapan todos de las plagas; ninguno ha de morir por ninguna otra razón. Todos ellos conocen que si son bastante buenos para levantarse en la primera resurrección ellos son bastante buenos para la traslación. Conocen que la medida de la salvación no es tan baja para los resucitados como tampoco lo es para los trasladados.

 Los Ancianos quienes han ido más allá de la profunda oscuridad, si ellos son auxiliados, el laico debe exigirles que realmente prueben sus enseñanzas por la Biblia; que una teología tan extraña, inconsistente y errónea como esta es herejía de la clase más baja adrede para pelear con la Verdad, es evidente para arrojarlos y sus simpatizantes al fondo del abismo. Si ellos continúan peleando con la “Vara”, no le deje que lo tome por alguien más o por personalidades, déjelo que pelee por lo que dice aquí.

 Debieran mostrar que lo que la “Vara” enseña, lo comprueba. Luego deberían hacer entender que sus seguidores, los jefes quienes han usurpado el título “hombres de experiencia”, y quienes han infiltrado la iglesia de hoy con cizañas y errores en un grado no menor que como hicieron los profesos herejes en el Sanedrín en los días de Cristo, conduciéndose ellos y todos sus simpatizantes al infierno.

Los Ancianos están advirtiendo al laico a que no lean la “Vara”, sino que la quemen, sólo porque están determinados a mantenerlos en la oscuridad de tal manera que ellos nunca puedan descubrir la decepción en la cual ellos han sido conducidos. Sin embargo los ministros ordenan “No”, muchos de los laicos ya están comenzando a mirar que ante ellos sus opiniones y antes de sentar sus posiciones, más vale que ellos miren estas cosas por si mismos.

 Gracias demos a Dios que los 144.000 no son todos los santos vivientes, sino que ellos son los “primeros frutos” (Apocalipsis 14:4) de la gran cosecha, que no son de todas las naciones, sino sólo de las doce tribus de Israel (Apocalipsis 7:4-8) – Los frutos de la iglesia en el comienzo de la cosecha (El Juicios de los Vivos). La gran multitud, la cual Juan vio inmediatamente después del sellamiento de los 144.000, son “de todas naciones” (Apocalipsis 7:9), sobre quienes Babilonia en aquel tiempo gobierna (Apocalipsis 17) y quienes son llamados a salir fuera de ella (Apocalipsis 18:4). Ellos son los segundos frutos.

 Dios tendrá una iglesia llena de santos, no con impíos. Ninguno tendrá que morirse para ser salvo, sino que todos pueden vivir para para ser liberados al levantarse Miguel (Daniel 12:1).

 "Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto". Isaías 60:21-22. ¿Esta escritura no dice también que ha de haber multitudes de verdaderos convertidos y no de impíos en su medio? ¿Por qué limitar al Señor?.

 Es su deber, Hermano, Hermana, decirles franca y amablemente a sus Ancianos que el término “primeros frutos” (Apocalipsis 14:4) definitivamente implica que han de haber segundos frutos, como justamente el término “primera resurrección (Apocalipsis 20:5) definitivamente implica

que ha de haber una segunda resurrección. Díganle que más vale que se hubiera interferido con la Palabra de Dios. Díganle que puesto que la Inspiración no dice que la gran multitud son los primeros resucitados ellos no tienen derecho de decir que son los resucitados. Dígale que al añadir la palabra “resucitados”, y quitar las palabras “segundos frutos” que están implicadas por el término “primeros frutos”, no es ni más ni menos que una añadidura deliberada y apartada de la Palabra de Dios (Apocalipsis 22:18-20).

 Sólo esto es suficiente para convencer a cualquier Adventista que tenga los ojos abiertos que la iglesia está en el mar “sin un mapa o brújula”. Pero ¿no debieran darle gracias a la “Vara” que ha encontrado a ambos, el mapa y la brújula, y que podemos traerlas de regreso si queremos?

 Ancianos, es cierto que si los laicos los siguen para continuar con los jefes insensatos, probarán que no son menos perjudiciales para la iglesia en este tiempo como lo fueron los piadosos sacerdotes en el tiempo de Cristo, quienes, por la insensatez del Sanedrín probaron ser perjudiciales para la iglesia del Antiguo Testamento. Si, tan seguramente como que Dios vive, su insensatez, egoísmo y supuestamente sabio juicio probará que no son menos perjudiciales a la Denominación que como lo demostró la insensatez de Hitler y su falsa filosofía en detrimento a Alemania.

 ¿Comprenden los Ancianos que en su trama contra “La Vara del Pastor”, ustedes no en todo están tratando con los hechos envueltos, si no más bien en su orgullo en levantar metas y corriendo hombres piadosos de las iglesias? ¿Cómo contradecir exactamente la “Vara”?. Obviamente no conocen ustedes Ancianos que tal orgullo es condenado por las Escrituras (Jeremías 7:4). Evidentemente no han leído “Testimonios para la Iglesia”, Volumen 5, página 201. Hasta aquí, ustedes han estado hablando de generalidades y dispersando caracteres de difamación, pero ahora ustedes tendrán que tratar con los hechos! Estamos seguros que el Espíritu del Señor a través del laico demanda esto de ustedes.

Puesto que la iglesia como un cuerpo nunca desde el comienzo del mundo ha aceptado un nuevo mensaje, y desde entonces el ministerio en cada época y en cada iglesia ha peleado severamente con el mismo, no es una sorpresa que ellos estén ahora haciendo lo mismo. Su decisión ahora, como siempre, ha de ser aquella de unirse a algo más. Pero recuerde que su decisión no es que se una a cualquier cosa, sino que se una a Cristo y a su mensaje de Juicio para la salvación y prosperidad de la Denominación. Permanezca en ella y trabaje por su regreso a Dios. No es Babilonia, y no se deje intimidar para dejarla. Ellos pueden retirar su nombre del registro de la iglesia, los cuales ahora son caprichosos no por otro propósito sino que se basan en metas y levantar dinero en los campamentos, pero es todo lo que ellos pueden hacer. Si desea saber por qué la iglesia no es Babilonia y qué es Babilonia entonces usted mejor tendrá que estudiar “La Vara del Pastor”.

 Si usted está convencido de los hechos expuestos en estas páginas y si usted pide perdón y dirección, entonces usted será feliz, y su esperanza no será en vano. Pero si estos fallan en abrir sus ojos entonces ¿qué esperanza hay para usted, si permanecer por siempre en su misma decepción Laodicense y perderse por la eternidad en compañía de aquellos quienes han crucificado al Señor?. La recomendación del Espíritu para el mal de Laodicea es esto: "Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Abstenemos de toda especie de mal". 1ª Tesalonicenses 5:17-21. Hagan como los nobles Bereanos quienes "recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así". Hechos 17:11. "Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada" (2ª Pedro 1:20), que sólo por el Divino don de interpretación puede ser interpretada la profecía. Cesen de todas las Actividades no Adventistas, vuelvan a Dios. Eviten todas las interpretaciones no inspiradas de las Escrituras

a no ser que sean ustedes guiados no por el Espíritu de “toda la Verdad”, sino por el espíritu del diablo que está trabajando a través de cada uno que se involucra en la interpretaciones privadas de las Escrituras, manteniéndose a sí mismo y a otros en la oscuridad y alejado del Espíritu de Verdad para este tiempo. “Dejáos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué él es estimado?” (Isaías 2:22), pero haga algo para salvarlos.

 Fielmente suyo para un reavivamiento y una reforma tal como nunca se ha visto (Testimonios para la Iglesia, Volumen 9 página 102),

 H. Jezreel, H. B.

(Director del Movimiento Laico de la Iglesia Adventista del Séptimo Día)

Testimonios para la Iglesia, Volumen 5,

página 75